Soy la cal y vengo desde las profundidades de la tierra. En los majestuosos y antiguos yacimientos de piedra caliza, empieza mi historia. Allí permanecí durante milenios, oculta y esperando el momento en que me descubrieran. Cuando los humanos me encontraron pase a ser el resultado de un proceso de alquimia milenario entre el fuego y la piedra.

En las cabañas Doo Too trabajo junto a la cal hidráulica y las paredes de bloques de cáñamo en mantener la humedad, la temperatura y  sobre todo la transpirabilidad, además del aislamiento acústico de las viviendas.

Aunque tengo que reconocer que la cubierta vegetal y el forjado de hormigón ciclópeo del suelo, elaborado con piedras, arena y conmigo, ayudan mucho a las paredes de cáñamo con el aislamiento de la vivienda.

En cuando a mi creciente utilización en bioconstrucción tiene todo el sentido, con el fin de  acabar con la hegemonía planetaria del contaminante cemento, que además de la enorme huella de Co2 que genera, es el causante de tantas y tantas enfermedades  causadas por la mala salubridad de las viviendas que  utilizan cemento. Material insalubre que los humanos tenéis que agradecer a los ingleses y su aclamada revolución industrial.