LAS PLANTAS EN LOS BUNGALOOWS DOO TOO

Las plantas somos un elemento trascendental en las bio cabañas Du Tu , ya que estamos tanto en la cubierta protegiendo la vivienda de las inclemencias del tiempo, en el interior refrescando el ambiente y en el humedal fito depurando las aguas sucias de los Bungaloows.
En la cubierta vegetal, desde el primer momento en que mis semillas germinaron, supe que mi vida no sería como la de las otras plantas en el suelo firme de la tierra. Aquí, en lo alto , tengo una perspectiva única del mundo y enfrento desafíos que mis hermanas del suelo nunca podrían imaginar.
Cada día, el sol brilla sobre mí desde un ángulo diferente al que lo haría si estuviera en el suelo. Aquí, en este tejado, recibo una gran cantidad de luz solar directa. Al principio, fue un reto adaptarme a esta intensidad, pero con el tiempo, aprendí a apreciar cada rayo de sol y a usarlo para fortalecer mis hojas y tallos.
El viento es otro compañero constante. A veces es suave, acariciando mis hojas y cantando sus melodías susurrantes. Otras veces, es fuerte y feroz, poniendo a prueba mi resistencia y la de mis vecinas. Pero hemos aprendido a ser fuertes, a inclinarnos y mover nuestras hojas en sintonía con las corrientes para no ser arrancadas.
Uno de mis mayores desafíos es el agua. Aunque la cubierta vegetal ha sido diseñada para drenar el exceso de agua, las lluvias intensas pueden ser un desafío. Agradezco cada gota que recibo, pero también sé que el diseño de la cubierta y sus capas de geotextiles, garantizan que no estemos encharcadas por mucho tiempo.
Con el tiempo, he formado una comunidad aquí con otras plantas. Algunas son especies adaptadas a condiciones similares, mientras que otras, sorprendentemente, han encontrado su nicho en este hábitat inusual.
Pero lo que realmente me llena de alegría es la sensación de ser parte de algo más grande. En este tejado, no solo soy una planta; soy parte de un esfuerzo para hacer que las edificaciones  sean más verdes, más frescas y más sostenibles. Aunque enfrento desafíos que mis ancestros nunca podrían haber imaginado, sé que estoy contribuyendo a un futuro mejor para todos los seres vivos. Y eso, para mí, hace que valga la pena cada día en esta cubierta vegetal.
Desde mi diseño como parte de la pared vegetal en el interior de los Bungaloows Doo Too, he sentido que mi propósito va más allá de simplemente ser un elemento decorativo. Aunque los humanos me admiráis por mi belleza y la frescura que aporto, sé que mi papel es mucho más profundo y significativo.
Cada día, mientras el sol se filtra a través de las ventanas, trabajo diligentemente para purificar el aire. Mis hojas absorben el dióxido de carbono que los humanos exhalais y, a cambio, libero oxígeno fresco. Además, soy capaz de filtrar toxinas y contaminantes presentes en el ambiente, como formaldehído y benceno, contribuyendo a un aire interior más limpio y saludable.
La humedad es otro aspecto en el que aporto valor. Al transpirar, libero vapor de agua, ayudando a equilibrar la humedad del ambiente. En lugares donde el aire tiende a ser seco, esto puede ser especialmente beneficioso para la comodidad y salud de las personas.
Además de los beneficios físicos, también tengo un impacto emocional en aquellos humanos que conviven conmigo. Muchas de mis hermanas han sido testigos de cómo los residentes de la casa donde habitan se acercan para tocarnos, cuidarnos, e incluso hablar con nosotras. La conexión entre las plantas y los seres humanos es profunda, y nuestra presencia puede tener un efecto calmante, reduciendo el estrés y fomentando un sentimiento de bienestar.
A pesar de los desafíos que implican la luz y el agua dentro de las bio cabañas Du Tu, me enorgullezco de ser un puente entre la naturaleza y el espacio interior. Cada hoja, cada flor, cada ramita en mí es un testimonio de la maravillosa simbiosis que puede existir entre el hombre y la naturaleza, incluso dentro de las paredes de una casa. Soy más que una simple decoración; soy vida, soy aire fresco, soy calma.
Como planta fitodepuradora que habita en el humedal  de los Bungaloows, diseñado específicamente para tratar aguas grises, desde las profundidades de mis raíces hasta la punta de mis hojas, tengo una misión: limpiar y purificar el agua. 
Cada día, el agua que ha sido utilizada en las bio cabañas, fluye hacia mi hábitat, y junto con mis hermanas plantas, me encargo de tratarla y devolverla al ambiente en un estado mucho más limpio, incluidas las aguas fecales que me llegan filtradas
El agua llega cargada de nutrientes, detergentes, y otras sustancias químicas. Mientras que para muchos estos compuestos pueden ser considerados contaminantes, para mí son alimento. Mis raíces se extienden en el agua, absorbiendo nutrientes como nitrógeno y fósforo. Estos elementos, que en exceso pueden ser perjudiciales para los ecosistemas acuáticos, son esenciales para mi crecimiento y desarrollo.
Pero no trabajo sola en esta tarea. Alrededor de mis raíces, una comunidad de microorganismos beneficiosos se establece y prospera. Estas bacterias y otros pequeños seres descomponen las sustancias químicas y orgánicas en el agua, transformándose en formas menos dañinas o incluso inocuas. En muchos aspectos, formamos un equipo. Yo les proporciono un hogar y nutrientes, y ellos me ayudan en el proceso de purificación del agua.
Además de este proceso químico y biológico, también actúo como un filtro físico. Mis raíces y las de las otras plantas del humedal ayudan a atrapar y retener partículas y sedimentos, clarificando aún más el agua.
Siendo sincera, este ambiente no siempre es fácil. A veces, las aguas grises contienen sustancias que son difíciles de descomponer o que pueden ser perjudiciales para mi salud. Pero con el tiempo, y gracias a la adaptabilidad y resistencia que he desarrollado, puedo enfrentar estos desafíos y seguir cumpliendo mi función.
Cada vez que veo el agua salir de nuestro humedal más limpia y clara, siento una profunda satisfacción. En un mundo donde el agua es un recurso tan precioso, jugar un papel en su conservación y tratamiento es un honor. Junto con mis compañeras plantas y los microorganismos que habitan entre mis raíces, somos guardianes del agua, trabajando silenciosamente para asegurar que este vital recurso pueda ser reutilizado o devuelto al ambiente de la manera más pura posible. Soy una planta fitodepuradora, y esta es mi misión.
Con cada amanecer y cada anochecer, me siento orgullosa de proteger  los humanos desde la cubierta, cuidarlos en el interior y limpiar sus aguas grises en el humedal del Bungaloows  y ser parte de ese ecosistema tan armónico entre hombre y naturaleza, que no solo es un refugio que alberga a sus habitantes, sino que también cuida y respeta al planeta que todos compartimos.