LOS GEOTEXTILES EN LOS BUNGALOOWS DOO TOO
Soy un geotextil ecológico. Desde que fui incorporado en el tejado de las casas, supe que mi papel sería diferente al de un geotextil tradicional en el suelo. Aquí arriba,en los Bungaloows Doo Too, soy parte de un ecosistema único, la cubierta vegetal, que convive directamente con el entorno construido. Los desafíos son distintos, pero mi propósito es claro: sostener y promover una cubierta verde y viva.
Haciendo un viaje en el tiempo, recuerdo mi nacimiento en el cruce de caminos entre la ingeniería civil y la industria textil. Soy el geotextil, un material que evolucionó con el propósito de resolver problemas específicos en la construcción y la ingeniería geotécnica.
Mis raíces se remontan a tiempos antiguos, cuando los seres humanos utilizaban materiales naturales, como hojas y césped, para estabilizar carreteras y estructuras. Sin embargo, no fue hasta el siglo XX cuando mi existencia como geotextil moderno comenzó a tomar forma.
En la década de 1950 y 1960, con el auge de la industria textil y la fabricación de polímeros, comencé a ser producido con fibras sintéticas, permitiéndome tener una vida útil más prolongada y una mayor resistencia.
Mi diseño fue específicamente pensado para funciones como la separación, filtración, refuerzo, protección y drenaje.
A medida que las construcciones y las infraestructuras se volvían más complejas, la demanda de soluciones innovadoras crecía. Y ahí estaba yo, listo para ofrecer respuestas efectivas a los desafíos del suelo y el agua.
Desde carreteras, ferrocarriles, aeropuertos, hasta vertederos y obras hidráulicas, he sido una pieza clave en la construcción moderna.
Con el tiempo, la tecnología avanzó, y yo me adapté. Los avances en las técnicas de fabricación y en los materiales permitieron crear geotextiles ecológicos.
Desde el mismo instante de mi concepción, fui creado con un propósito: unir la eficiencia de los geotextiles con el respeto y cuidado por el medio ambiente. Soy un geotextil ecológico, y represento el compromiso de la industria con un futuro más sostenible.
Nací de la necesidad de encontrar alternativas a los geotextiles sintéticos tradicionales, que, aunque efectivos, podían tener un impacto medioambiental muy negativo a largo plazo. En lugar de polímeros y plásticos, estoy compuesto principalmente de materiales biodegradables y renovables. A menudo, se me fabrica a partir de fibras naturales como el coco, yute o lino.
Una de mis principales ventajas es que, una vez que he cumplido mi función y mi vida útil ha terminado, no dejo un rastro perjudicial en el medio ambiente. En lugar de persistir durante siglos como los materiales sintéticos, me descompongo y retorno al ciclo natural, nutriendo la tierra en lugar de contaminarla.
A medida que la tecnología avanza, también lo hago yo. Los investigadores y fabricantes están constantemente buscando formas de mejorar mis propiedades y ampliar mi rango de aplicaciones, garantizando que pueda ser tan efectivo como mis equivalentes sintéticos, pero mucho más amigable con el medio ambiente.
En cada proyecto en el que participo, no solo proporciono soluciones geotécnicas, sino que también soy un recordatorio del compromiso con un mundo más verde. Con cada aplicación, demuestro que la ingeniería y la sostenibilidad pueden ir de la mano, y que es posible construir infraestructuras respetuosas con nuestro planeta. Soy un geotextil ecológico, y mi misión es ofrecer soluciones efectivas y sostenibles para el mundo de hoy y del mañana.
En las cubiertas vegetales de Doo Too cohabitamos tres capas más de geotextiles y yo , y si bien no todas somos ecológicas, si que somos recicladas y cada una de nosotras cumplimos una función complementaria.
Yo dreno. Mi capacidad de drenaje es esencial. El agua no puede acumularse en la cubierta, pues pondría en peligro la estructura de la casa. Gracias a mi diseño, permito que el exceso de agua se escurra, evitando así la sobrecarga y el estancamiento.
Debajo de mí, está mi segunda hermana, que se dedica a acumular agua que yo no haya drenado bien. Una tercera hermana, es la capa de geotextil responsable de crear un ambiente propicio para el crecimiento de plantas. La vegetación del techo requiere un sistema de raíces fuerte para mantenerse en su lugar, y mi hermana les brinda soporte y protección. Además, al ser permeable, garantiza que las raíces tengan acceso al aire y al agua que necesitan.
Y la última capa, a la que se conoce como EPDM, actúa como capa de impermeabilización, con el fin de proteger la estructura de la casa de cualquier humedad. Esta capa asegura que la estructura no sufra daños debido al agua, las raíces o piedras, sirviendo de puente entre el medio de cultivo y la estructura.
Lo que realmente me enorgullece es el impacto positivo que tengo en la vida de las personas y el medio ambiente. Al formar parte de este techo verde, ayudo a regular la temperatura dentro de la casa, actuando como aislante térmico. En verano, la vivienda permanece más fresca, y en invierno, el calor se conserva mejor.
Además, contribuyo a mejorar la calidad del aire, ya que las plantas que sostengo absorben dióxido de carbono y liberan oxígeno. También proporciono un hábitat para insectos y aves, lo que enriquece la biodiversidad.
Si tuviera sentimientos, me sentiría orgulloso. Porque además de reemplazar a los tejados tradicionales, ofrezco un espacio vivo, dinámico y beneficioso tanto para los habitantes de la casa como para el entorno. En este nuevo rol, no solo soy un geotextil, sino también un firme defensor del bienestar y la sostenibilidad.