BLOG: LA ESTUFA DE INERCIA DE LAS CABAÑAS DOO TOO

Soy un tronco de leña que alimenta las estufas de inercia de Doo Too. Desde el corazón del bosque, fui una vez parte de un majestuoso árbol. Durante años, me nutrí del sol y el agua, y serví como refugio para aves, insectos y otros seres del bosque. Pero, como todo en la naturaleza, llegó mi momento de cambiar y ser parte de un ciclo diferente. Ahora, soy consciente de mi destino como parte intrínseca de una estufa de inercia.
A medida que me colocan en el compartimento de combustión, siento el cálido abrazo de las llamas que comienzan a lamer mi superficie. En lugar de resistirme, me rindo a ellas, liberando el calor y la energía almacenados durante mis años  de crecimiento en el bosque. Siento cómo mi estructura se va descomponiendo, transformando cada fibra y cada anillo de crecimiento en chispas y brasas brillantes.
Dentro de una estufa de inercia, mi transformación no es rápida ni efímera. A diferencia de una hoguera al aire libre o una chimenea convencional, aquí mi combustión es guiada y aprovechada al máximo. Los gases calientes que genero al quemarme no se escapan rápidamente por la chimenea. En lugar de eso, son canalizados a través de un intrincado laberinto dentro de la estufa, transfiriendo mi calor a su estructura.
Aunque en el proceso me consumo mucho más lentamente que en una estufa convencional, encuentro consuelo en saber que mi energía no se desperdicia. El calor que ofrezco será liberado lentamente durante horas, incluso después de que mis brasas se hayan apagado, brindando confort a quienes se encuentran en el Bungalow.
Las estufas de inercia de Doo Too, también conocidas en algunos lugares como estufa rusa o estufa de masa, aunque a primera vista podría parecer una simple estructura de piedra, en realidad son el resultado de siglos de innovación y perfeccionamiento en la búsqueda de una calefacción eficiente y sostenible.
Nacieron de la necesidad de proporcionar calor constante y duradero con la menor cantidad de combustible posible. A diferencia de las estufas convencionales que liberan calor rápidamente y luego se enfrían, las estufas de inercia que alimento, retienen  y acumulan  el calor generado por mi  combustión y luego la irradian lentamente durante horas o incluso días.
Cuando enciendes una estufa de inercia, no simplemente quema la leña y expulsa el calor al ambiente como una chimenea normal. En vez de eso, guía los gases calientes a través de un intrincado laberinto de conductos internos antes de permitir que salgan por la chimenea. Este proceso permite que la mayor parte del calor se transfiera a su estructura de mampostería de granito. Gracias a esta «inercia térmica», una vez que el fuego se ha extinguido, la estufa sigue  irradiando el calor acumulado, manteniendo el ambiente cálido durante mucho tiempo.
Pero no solo es eficiente en cuanto a la conservación del calor. Al conducir los gases calientes a través de su estructura, asegura una combustión más completa, lo que reduce las emisiones y el consumo de leña. Es por eso que, en tiempos donde la sostenibilidad y la eficiencia son vitales, muchos nos ven a los troncos de leña y las estufas de inercia como una solución ideal para la calefacción doméstica.
El diseño de las estufas de inercia de Doo Too es obra de Fernando Araujo, experto en esta técnica ancestral y fundador de Llama Viva. Fernando, que vive cerca de la sede de Doo Too en Villanueva de la Vera, además de sus conocimientos sobre diseño  de estufas de inercia, ha tenido la paciencia para diseñar un prototipo asequible en el que el hierro fundido, el granito y el cristal se dan la man , para conseguir que mi combustión y la de algún que otro leño más al día, mantenga la temperatura de los bungaloows por encima de los 22 grados en invierno. Temperatura que se consigue también con la piel de la casa, conformada por cal, cáñamo, arcilla y la cubierta vegetal.
Al final, lo que queda de mí después de pasar por la estufa, son cenizas, un testimonio silencioso de mi sacrificio y transformación. Pero en este acto, he dado calor, luz y un recuerdo del bosque desde el que vine. Mi esencia persiste en cada rincón cálido del hogar y  en la memoria del fuego danzante.
Soy un tronco de leña, y aunque mi tiempo en el bosque termina en la estufa de inercia de Doo Too, mi legado continúa en la calidez que he compartido y en el ciclo eterno de la naturaleza.