He sido valorado en la construcción por mis propiedades únicas. Por un lado, soy un aislante térmico y acústico natural. Cuando me instalan en paredes, suelos o techos, ayudo a mantener el calor en invierno y la frescura en verano. Además, mi estructura celular absorbe sonidos, creando ambientes tranquilos y serenos en los espacios donde resido.